Feng Shui para un dormitorio saludable
Diseña tu dormitorio como un refugio de salud y bienestar con esta guía de Feng Shui
El Feng Shui puede mejorar tu descanso y por tanto tu salud global. Aprende a armonizar tu dormitorio con esta guía práctica para crear un espacio cómodo y revitalizante. Descubre cómo la correcta disposición de elementos transforma tu dormitorio en un santuario de serenidad y energía positiva.
¿Alguna vez te has preguntado si ese espejo en la puerta del armario afecta tu Feng Shui? ¿O cómo podrías ajustar tu dormitorio para dormir más profundamente y despertar con más energía cada mañana? Pues continúa leyendo, porque vamos a responder a estas preguntas y algunas más, relacionadas con la calidad de tu sueño, tu vitalidad y tu dormitorio.
Por eso en Feng Shui ponemos especial atención en observar los dormitorios. Es una de las 3 estancias fundamentales para poder diagnosticar primero, y después mejorar, el estado vital de una casa y por tanto de sus habitantes.
El dormitorio como refugio Yin
El dormitorio es la habitación más Yin, es decir, la que más energía de suavidad, intimidad, relax, oscuridad, silencio, quietud, etc. debe tener.
Cuando nos dormimos desconectamos nuestros sentidos físicos, cerramos los ojos, apagamos la escucha y de algún modo nos volvemos hacia adentro, nos sumergimos en el infinito mundo interior desde el cual conectamos con la magia de los sueños, los viajes astrales o los mundos que trascienden nuestra comprensión racional.
Por eso es muy importante que el entorno donde nos vamos a entregar al mundo de los sueños nos aporte la seguridad, confianza y confort necesarios para poder desconectar tranquilos y que de ese modo se puedan dar todos los procesos que nuestro cuerpo, mente y espíritu realizan mientras dormimos y que son vitales para nuestra salud y felicidad.
Veamos entonces algunas premisas básicas de Feng Shui para que nuestros dormitorios sean esos templos de relax.
La importancia del cabecero
La sabiduría del Feng Shui nos enseña que las camas con cabecero son mucho más confortables a nivel energético, aportan esa sensación de “apoyo” que nos ayuda a relajarnos y dormir más profundo.
Así que si no tienes, consíguete uno.
No importa tanto si es de madera o tapizado, lo importante es que la cama tenga ese apoyo, esa “montaña virtual” -así lo llamamos en Feng Shui- sobre la que recostarnos cada noche seguros, confiados, con plena certeza de que podemos desconectar nuestros sentidos y entregarnos al sueño porque todo va a estar bien.
Eso sí, es mejor que el cabecero sea de forma sólida, que no tenga agujeros o espacios por donde pase el aire como los que son de hierro forjados o de láminas separadas de madera. Instala uno que sea una pieza estable, sin huecos, como una sólida montaña.
Evita vigas y lámparas sobre la cama
Si te vas a mudar a una casa nueva, estás buscando un nuevo hogar o mejor aún estás por construir la casa de tus sueños, estas son premisas Feng Shui muy importantes acerca del espacio sobre la cama:
- Evita que haya vigas o inclinaciones en el techo del dormitorio, sobretodo en la zona que queda sobre la cama.
- Evita lámparas grandes y ventiladores en el techo. Si necesitas poner un ventilador de techo en el dormitorio o te apetece mucho colgar una preciosa y enorme lámpara de techo, colócalos fuera de la proyección del espacio de la cama.
- Evita cualquier tipo de elemento desigual o demasiado grande, encima de la cama.
En general se trata de mantener el techo del dormitorio sencillo, ya sabes “keep it simple”, como el cielo despejado en una preciosa noche de verano, que te permite ver las estrellas.
La posición de la cama
La posición de la cama respecto a la estancia es muy importante pues determina en gran medida cuán seguros nos sentimos a la hora de retirarnos a descansar y por tanto la calidad del sueño que vamos a conseguir.
Para asegurarte que tienes una buena posición comprueba que:
- Desde la posición de estirada en la cama tienes en tu campo visual la puerta de entrada a la estancia y otras puertas que puedan haber, sin estar directamente frente a ninguna de ellas.
- La cama está apoyada en una pared sólida, es decir sin ventanas, o al menos que no haya ventana en el espacio justo encima de la cama.