En este artículo te voy a contar uno de los secretos mejor guardados del Feng Shui: su mirada. 

No se si has visto el documental “My octopus teacher” o “Lo que el pulpo me enseñó”, si no lo has visto te lo recomiendo fervientemente!)

Yo me lo puse hace poco porque soy una apasionada de la naturaleza, pero no esperaba encontrar la sorpresa de la que aquí te voy a hablar. 

En el documental el prota explica (no es spoiler! sólo te voy a contar una anécdota que sale al principio del docu) que hace años estaban grabando un documental en África y contrataron a un rastreador profesional para que les ayudara a localizar a los animales que querían grabar, no recuerdo si lo dice pero, pongamos que seguían a un “guepardo”.

Lo sorprendente para el protagonista, y también para mi, fue descubrir cómo el rastreador veía señales que le indicaban por donde había pasado el guepardo, señales que a la vista de cualquier persona no-rastreadora eran imposibles de ver ni de percibir en ningún sentido.

No es que el rastreador viera una huella de guepardo ahí, con los cinco deditos marcados y entonces dijera “el guepardo ha ido para allá!” 

El tema es que él veía varias señales de que por ahí había pasado ese animal y el protagonista se detenía a observar detalladamente el lugar y no era capaz de ver absolutamente nada! 

¿Por qué? Simplemente porque su mirada no estaba entrenada para ver ese tipo de detalles, y por tanto no los veía.

En la práctica del Feng Shui es necesario y es precioso realizar ese viaje de transformación en el que yo transformo mi mirada y de repente en la vida veo otras cosas, soy capaz de percibir detalles que me indican hacia dónde ha ido “el guepardo” donde antes no veía nada.

Y eso me hace más inteligente, más práctica, más apasionada y una persona más conectada con el mundo en el que vivo.

Cuanta más información soy capaz de leer de mi entorno, más conectada me siento con mi mundo, como el rastreador africano que era capaz de ver un montón de cosas en un trozo de tierra inerte porque de alguna forma está fundido con el entorno, de alguna forma es uno con el lugar y puede detectar cualquier variación en eso.

Por eso al estudiar Feng Shui es importante que pensemos cada cuestión y que no nos quedemos sólo en lo que nos dice ésta o aquél maestro.

Por ejemplo en Feng Shui una de las más antiguas teorías de Formas es la de los 4 Animales Celestiales que nos indica las elevaciones que debe haber alrededor del lugar de vida para que éste tenga “buen” Feng Shui. 

¿Significa entonces que si no tenemos esas elevaciones exactas en el entorno de nuestra casa no podemos tener «buen» Feng Shui? No, ésta es sólo una teoría y por ella sola no puede determinar el “buen” o “mal” Feng Shui. Entonces, ¿no hace falta que la estudie? Sí, si deberías estudiarla.  

Pensar en las elevaciones alrededor de nuestra casa nos sirve, igual que al rastreador observar los tallos de los arbustos, para desarrollar esa forma de observar y pensar la realidad que nos envuelve sin un objetivo concreto sino como el entrenamiento para transformar nuestra atención, nuestra mirada, para estar más conectados con el mundo en el que vivimos, para estar más presentes y vivos gracias a la mirada Feng Shui.

Y nos enteramos de muchas más cosas! Os lo aseguro 😉

Por eso creo que el documental “Lo que el pulpo me enseñó” habla de Feng Shui. Por que habla de (no es spoiler!) lo que sucede cuando nos sumergimos plenamente y con cierta frecuencia a conocer un entorno, un lugar, y ser practicante de Feng Shui es un lugar en la vida, uno maravilloso en el que sumergirse con pasión.

Sucede que empezamos a observar detalles que antes ni siquiera sospechábamos, a comprender algunos significados, a detectar patrones, y, si dejamos que esa mirada crezca y crezca en nosotros, nuestra forma de ver la vida se transforma, nuestra mirada se aclara, se aviva y así también sucede con nuestra presencia en el mundo.

Practicar, estudiar o dedicarse al Feng Shui en cualquier forma, nos lleva a ir penetrando cada vez más en el mundo que nos rodea, a entrar en un contacto más profundo, a fundirnos con él y formar parte real, despierta y presente de nuestro lugar en la vida. 

La mirada Feng Shui nos ayuda a estar más presentes en nuestras vidas. No te la pierdas! Y el documental tampoco.